Fuego – Joe Hill

Fuego - Joe Hill

Fuego

Autor: Joe Hill

Año de edición (original): 2016
Año de edición (España): 2017

Pues ha sido una verdadera sorpresa. No me esperaba encontrarme con una semi distopía con toques a lo X-men. Es lo que pasa cuando decides sumergirte en una lectura intentando no saber absolutamente nada sobre lo que vas a leer: que el libro puede llegar a descolocarte. También es la mejor manera de conseguir que el impacto de una lectura sea lo más genuino posible. De todas formas, siempre te creas unas expectativas, es inevitable, aunque sean pocas.

Me lancé a por la cuarta novela de Joe Hill con bastante avidez. Después de El traje del muerto, Cuernos y NOS4A2, estaba convencido de que no solo me iba a gustar, sino que me iba a entusiasmar: Una plaga de una espora mortal que hace que la gente auto combustione y la existencia de alguien vestido de bombero que parece poder controlar el fuego que emana de su cuerpo parecía un planteamiento inicial muy prometedor.

Me ha gustado. El entusiasmo lo mantuve durante la primera parte de la historia hasta que Harper, la enfermera protagonista, consigue llegar a un refugio de «infectados». A partir de ahí, la dinámica cambia. La urgencia y la angustia de padecer una enfermedad que está exterminando a la humanidad se diluye en buena parte y se nos plantea un escenario completamente distinto, dentro de una comunidad aislada del exterior en la que se desarrollan temas como el odio a quienes son distintos, la lealtad, el fervor religioso (y el fanatismo, sobre todo, el fanatismo), el amor incondicional, la esperanza, la familia… todo muy a lo distopía postapocalíptica, pero sin llegar a serlo del todo.

Insisto, me ha gustado, aunque no era lo que esperaba (malditas expectativas), y quizás sea por eso que no me ha entusiasmado. ¿Y qué era lo que esperaba? Quizás sería más correcto hablar de que no creía que iba a encontrarme con una historia tirando más a juvenil o young adult: bajo este enfoque, sí que cumplirá expectativas. Es ligera, trepidenta, intensa y, en algunos tramos, cruel y despiadada. Lo tiene todo para pasar un buen rato. Pero es una lástima tener que admitir que en ocasiones también se hace algo lenta y que hay tintes melodramáticos a lo telenovela / culebrón. Sobre todo, en algunos diálogos del final. Y, claro, siempre está el tema de las intervenciones interminables de los protagonistas. Hay muchas que parece que no se van a acabar nunca. Pero bueno, tanto a Joe Hill, como a su padre, se les perdona, ¿no?

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